Las sandías son uno de los mejores alimentos para comer durante el verano. Son ricos en agua y contienen una amplia variedad de vitaminas, minerales y antioxidantes. Además de disfrutar de su dulce sabor en nuestra dieta, también se pueden utilizar como semillas para sembrar. Aprende cómo preparar semillas de sandía para sembrar y disfruta de la satisfacción de recoger y comer tus propias sandías.
Recolectar las semillas
Para empezar, necesitarás recolectar las semillas de la sandía. Primero, lávala bien para eliminar los residuos. Después, corta la sandía en trozos y extrae todas las semillas. Estas se encontrarán en el interior de la fruta y deberían tener un color marrón oscuro. Una vez hayas recolectado todas las semillas, puedes comenzar la preparación para sembrarlas.
Limpiar las semillas
Una vez recolectadas las semillas, es importante limpiar bien todas las semillas para eliminar los restos de pulpa. Para esto, puedes usar un cepillo de dientes para eliminar los restos de pulpa. Si la pulpa es muy pegajosa, puedes dejar las semillas en agua durante la noche para facilitar la limpieza. Esto también ayudará a eliminar los microbios y gérmenes presentes en la superficie de las semillas.
Secar las semillas
Una vez limpias, es importante secar bien todas las semillas para evitar que se echen a perder. Para esto, puedes extenderlas en una toalla de papel y dejar que se sequen al sol. Esto tomará algunas horas, así que es importante tener paciencia. Cuando las semillas estén bien secas, puedes colocarlas en un recipiente bien cerrado para almacenarlas.
Almacenar las semillas
Es importante almacenar las semillas en un lugar fresco y seco para mantenerlas en buen estado. Una vez almacenadas, las semillas permanecerán viables durante hasta un año. Si quieres mantenerlas viables por más tiempo, puedes congelarlas para preservar su vitalidad. Esto es especialmente útil si te gusta sembrar sandías cada año.
Sembrar las semillas
Una vez que tengas tus semillas listas para sembrar, es hora de comenzar a preparar el suelo. Esto significa remover las malezas, nivelar el terreno y mejorar la estructura del suelo. Una vez que el suelo está listo, es hora de comenzar a sembrar las semillas. Esto se puede hacer de forma manual o con una sembradora. Lo importante es asegurarse de que las semillas estén enterradas a una profundidad de al menos 2 cm.
Cuidar las plantas
Una vez que las semillas hayan comenzado a germinar, es importante cuidar las plantas para mantenerlas sanas. Esto significa regarlas regularmente, mantener el suelo bien abonado y mantener el suelo libre de malezas. Si las plantas reciben suficiente agua y nutrientes, deberían estar listas para cosechar en alrededor de 90 días.
También te interesa
¿Qué pasos se deben seguir para preparar semillas de sandía?
Separar las semillas de la carne
Lo primero que hay que hacer para preparar semillas de sandía es separarlas de la carne. Esto se puede lograr con los dedos, cortando la fruta por la mitad y extraer los granos con una cuchara y una cucharilla. Es importante quitar todo el exceso de carne para que las semillas no se vuelvan amargas.
Limpiar las semillas
Después de separar las semillas de la carne, hay que limpiarla para eliminar cualquier residuo. Esto puede hacerse con una toalla de papel o una esponja suave. Se recomienda lavar las semillas con agua tibia y unas gotas de jabón para eliminar la suciedad.
Secar las semillas
Una vez limpias, las semillas de sandía deben ser secadas para prevenir la aparición de moho. Esto se puede hacer colocándolas sobre una toalla de papel y dejándolas reposar durante un par de horas. Después, se deben colocar en un plato plano y secar al sol durante unos días.
Guardar las semillas
Una vez secas, las semillas deben ser guardadas en un recipiente hermético para prevenir que se echen a perder. Es importante mantenerlas en un lugar fresco y seco para que conserven su sabor y aroma. Las semillas se pueden guardar durante varios meses sin problemas.
¿Cuáles son los pasos para sembrar la semilla de sandía en casa?
Sembrar la semilla de sandía en casa es una tarea sencilla que requiere poco esfuerzo. Para hacerlo, necesitas: semillas de sandía, una maceta, tierra para macetas, una regadera y un lugar donde colocar la maceta para recibir luz solar directa.
Cómo preparar la tierra para sembrar la semilla de sandía
Antes de sembrar la semilla de sandía, debe preparar la tierra. Para hacer esto, debes mezclar el suelo para macetas con algunos elementos ricos en nutrientes. Estos nutrientes ayudan a las plantas a crecer y producir frutas. Agrega una mezcla de fertilizante orgánico, arena de río, perlita y turba.
Cómo sembrar la semilla de sandía
Una vez que la tierra esté preparada, es hora de sembrar la semilla de sandía. Para hacer esto, primero debes colocar la semilla en la maceta. Asegúrate de colocar la semilla lo suficientemente profundo para que se mantenga húmedo. Luego, riega la semilla con agua tibia para ayudarla a germinar.
Cómo cuidar la semilla de sandía
Es importante que cuides la semilla de sandía si quieres que se desarrolle y produzca frutas. Para hacer esto, asegúrate de que la maceta reciba luz solar directa durante al menos 8 horas al día. Regar la semilla al menos una vez por semana con agua tibia también es necesario para mantenerla húmeda. Además, fertiliza la tierra de vez en cuando para asegurarte de que la planta reciba los nutrientes necesarios para crecer.